Touché.. -Libre-

Llevaba un buen rato caminando por los pasillos un tanto desorientado, y sin mencionar la desagradable sensación que traía en el estomago, encontró una especia de balcón al cuál entró para divisar el enorme jardín que se hallaba debajo… Como no estaba tan alto decidió saltar por allí en vez de entrar y no encontrar el camino hacía donde quería llegar. Se sentó en el césped abrazando sus piernas, se sentía, solo… Asustado. Pensaba miles de cosas mientras acariciaba el capullo de una flor violeta, lo que le llamo la atención de aquella planta fue su color tan oscuro que podría confundirlo con el negro, de igual manera aquello sólo ayudo para que sintiera como las saladas lágrimas comenzaban a bajar por sus mejillas, mojando ligeramente sus medias las cuales le llegaban hasta las rodillas.

—Ya b-basta… nnh — Susurro para sí mismo, sin embargo no podía contenerse y escondió su rostro entre sus brazos los cuales descansaban sobre sus rodillas, sollozando un poco para luego dejar caer sus lágrimas en silencio, mirando de reojo apenas las nubes grises que adornaban el cielo esa tarde.

Al escuchar aquella voz pronunciar su nombre se tensó, y más aún ante aquella pregunta. Tragó en seco y se limpió los ojos con la manga de su camisa — Yo no estoy llorando...— Dijo con la voz quebrada. Apartó el rostro apenado, seguramente debía tener un aspecto deplorable con los ojos hinchados y pómulos sonrojados.

Suspiro mordiéndose el labio para evitar nuevamente un sollozo — No.. —Murmuró con las manos sobre el pecho del otro y la vista en el suelo — Estoy bien, Minho..

Cerró los ojos al sentir los labios del otro sobre ellos. Pestañeó para abrirlos nuevamente, al mismo tiempo que se quedaba mirando al otro un tanto desconcertado, sin embargo está vez se dejo recargar sobre su pecho — ¿En serio crees que alguien se molestaría en hacerme llorar? — Se seco los restos de lágrimas de sus mejillas nuevamente con la manga de su camisa, y sintió un cosquillo cuando los labios del mayor se posaron en su frente.

Se separó un tanto para mirarlo con una sonrisa ladeada — ¿Recuerdas cuando te dí las gracias? — No espero respuesta y prosiguió — Cuando me tiraste el móvil, estaba llamando a mi abuelo. Le iba a pedir que me sacara de esté lugar, pero eso sólo habría causado problemas. — Le explico más calmado — Estoy algo nostálgico, es todo...

— Te dije que no hicieras eso.. — Se quejó aún cuando lo acomodo de nuevo. Le escuchó con atención haciendo una mueca por lo que decía, y miró de reojo cuando tomó aquello de su hombro aquello... —Soy escéptico...— Dijo mirando el pétalo.

Abrió los ojos sorprendido, y rápidamente se volteó dándole la espalda — ...Ya no estoy llorando — Murmuró sintiendo los ojos aguados otra vez, y rápidamente se paso el brazo por ellos.

Se recostó a lo largo en el césped mirando el cielo, mientras le escucha en silencio. Espero un momento y le miro —¿Quién es Hakuei? —Preguntó al tiempo que hacía memoria —¿El director, no?—

— No me puedo ir aunque quiera, ya les he causado suficientes problemas a mi familia —Le dijo encogiéndose de hombros —Tranquilo, no te aburriré con eso —Se apresuró a decir volviendo su vista al cielo cuando sintió un par de gotas caer sobre su mejilla —Ya es demasiado que estés aquí, seguramente teniendo mejores cosas que hacer..